martes, 5 de junio de 2012

20 AÑOS DE LA SUPER NES EN ESPAÑA





Photo from Wikipedia by Evan-Amos) [CC-BY-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)],


Esto tenía que hacerlo por obligación...


 Reconozco que mis quehaceres diarios (y otras inquietudes) suelen absorber gran oparte de mi tiempo, y este blog ha quedado relegado a un segundo plano... pero cuando he tenido noticia de que la gloriosa Super NES acaba de cumplir hace unos días 20 años en España, tenía que abrir un post...


Así que pongámonos en situación:

En Octubre de 1991, aparece por televisión el anuncio de una revista en cuya portada, Bart Simpson nos invitaba a enchufar una Nintendo y disfrutar de sus aventuras en nuestros televisores... la revista era Hobby Consolas, y su aparición simboliza de algún modo el momento en que estos aparatos estaban listos para el consumo masivo. Y esto era así por una sencilla razón: el precio de estos aparatos se había vuelto muy asequible. Seguramente, en Hobby Press sabían que ese mercado crecería con fuerza por ese motivo, y se apresuraron a aprovechar el incipiente negocio.


Como digo, los precios ahora eran más bajos: la Master System II valía unas 14.990 ptas. con el Alex Kidd en memoria,  y no las 27.000 que valía su predecesora, la Master System I, unos pocos años antes... las portátiles, en especial la Game Boy, también empezaban a pegar bastante... y la NES no recuerdo lo que valía, ni sé qué tal vendió en España comparando a la Master, pero sí que sé que sus clónicas tuvieron mucho éxito al ser más baratas y tener cartuchos de muchos juegos en uno.


En la televisión, en muchos programas como VIP Guay -creo que se llamaba-, se regalaban videoconsolas como premio, e incluso se creó uno que casi todos recordaréis, llamado El Rescate Del Talismán, que era patrocinado por Sega y en el que unos chicos y chicas con los ojos tapados debían ser guiados por sus compañeros de equipo a través de un entorno proto-virtual que simulaba castillos, mazmorras y otros escenarios típicos de la imaginería medieval, hasta derrotar al brujo y poder así ganar el premio, que no era sino una Game Gear, Master System o Mega Drive para cada uno de los ganadores, dispuestas todas ellas sobre una mesa y en la que se vió más de una cara de mala hostia y decepción por parte de algún crío cuando alguien se le adelantaba a coger la Mega y se tenía que conformar con la Master System XD (ví una vez cómo una niña empujaba a su compañero para quitarle la Mega Drive casi de las manos).








Esa bajada de precios y el apoyo publicitario hicieron que en Navidades de ese año 91, gran parte de los regalos fuesen estos aparatos, que definitivamente desbancaban a los ordenadores en la batalla por vaciar los bolsillos de los padres. Se terminaban para nosotros los tiempos de carga eternos, y los juegos ahora lucían algo más dignos, mucho mejores que en un Spectrum o Amstrad.

Al popularizarse de esta manera,  los videojuegos dejaron de ser cosa exclusiva de los marginados de clase, de los que elegían el último a la hora de formar equipo en los partidos de futbito, de los que se sentaban en primera fila por gusto o levantaban siempre la mano cuando la profesora preguntaba algo. A los críos "normales" o "guays" también les gustaba... de hecho, recuerdo que el mejor futbolista de mi colegio también tenía una Master, e íbamos todos los días a chapear a casa de uno de los dos (eso sí, no fué hasta la llegada de la Playstation que los videojuegos se normalizaron del todo y dejaron de ser patriomonio exclusivo de niños o freaks). 


Con este panorama, nos encontramos con que ya había una legión de chavalillos “enganchados”, y pendientes de la evolución de aquellos “peligrosos artefactos que generan violencia en los niños”, según los informativos y expertos de la época, y que “queman las televisiones y consumen mucha luz”, según padres y abuelas XD.

Pero a lo largo de 1992, los que comprábamos Hobby Consolas o alguna de las revistas especializadas que iban surgiendo, veíamos que la cosa no quedaba ahí, y que incluso la todopoderosa Mega Drive también estaba pegando bajones de precio considerables... ¿Y por qué? Porque en ese año, una formidable Bestia se acercaba a nosotros desde las lejanas tierras Orientales... era la fabulosa Super Nes: el Cerebro de la ídem.  ¿Su precio? 29.990 ptas (no recuerdo si ya venía desde el principio con el Super Mario World incluído).




La expectación era máxima... ¿cómo olvidar los legendarios vídeos de la Hobby Consolas? "Lo Super, Super, de Super Super Nintendo" (regalado con el número 8 de la revista, de Marzo o Abril del 92, creo)  y "Felices Novedades" (Diciembre del mismo año), nos pusieron a todos los dientes muy largos, pues en ellos, un Super Mario que habla como una especie de Apu italiano, nos desgranaba las espeficiaciones técnicas del nuevo maquinón: 32.000 colores frente a los 512 de Mega Drive, varios procesadores, sonido estéreo alucinante...  sin duda, seguro que ayudaron a los chavales a decidir qué consola querían para esas navidades.

Y por supuesto, en estas cintas también se mostraba la primera remesa de videojuegos, que casualmente serían algunos de los mejores de todo el catálogo global de Super Nes. Entre ellos se encontraban:





Super Mario World

El plataformas 16 bits por excelencia, y aún hoy considerado uno de los mejores juegos de la saga del fontanero. Rivaliza para muchos con Super Mario Bros 3 y Mario 64 en el puesto de mejor plataformas de la Historia.










Super Soccer y Super F- Zero

Ambos dejaron a los críos boquiabiertos en su día por las conseguidas sensaciones de tridimensionalidad y velocidad. Hasta entonces no se había visto nada igual, y no se puede decir que hayan envejecido del todo mal.







Super Tennis

“Silencio, se juega...” decía el VHS, y lo cierto es que su poder adictivo, y especialmente su juego a dobles, podían hacer pasar horas delante del televisor.












Pero si hablamos de adicción, pocos superarían a...


Super Mario Kart






Este juego, con ciertas similitudes técnicas con F ZERO (lógicamente), la misma conseguida sensación de velocidad, y un planteamiento tremendamente original parta la época, hicieron que las carreras de Mario y compañía fueran unas de las más adictivas de la historia de los videojuegos, especialmente si se jugaba en compañía.

Recuerdo seguir jugando a este juego en la lonja con unos amigos incluso en los tiempos de PSX y Gran Turismo.... con eso lo digo todo.

Y es que pocos juegos de carreras han conseguido igualar su poder rejugable.



Zelda, A Link To The Past






¿Qué decir de uno de los mejores títulos de la serie? Personalmente, está por encima del para mí sobrevalorado Ocarina Of Time. Es uno de los pocos ARPG que me acabo de tanto en tanto, con las mismas ganas que el primer día.


Super Castlevania IV




Para este no tengo palabras... viendo uno de los mencionados VHS de la Hobby Consolas, recuerdo cómo varios amigos nos quedamos petrificados al ver la intro. La ambientación gótica, el detalle, la atmósfera... y la música, sobre todo la música, eran y son espeluznantes.


El vídeo nos dejaba ver tan solo unos pocos segundos del juego, pero recuerdo que todos nos quedamos mudos y absortos, al escuchar cómo caía la noche sobre aquél cementerio transilvano, con realistas y tétricos aullidos que salían a través de los 8 potentes canales de sonido estéreo, para después ver cómo un rayo partía la tumba de Drácula, y dejaba emerger un gran murciélago negro que desaparecía por un lado de la pantalla mientras la niebla envolvía la escena, todo enmarcado en una atmósfera, melodías y efectos sonoros inolvidables. Ese silencio de todos nosotros era, sin duda, la reacción condensada de todos los aficionados a las consolas ante el salto tecnológico y en calidad que gracias a Super Nes habían dado los videojuegos...


Rotaciones increíbles, una sutil y rica paleta de colores, Zooms, sensaciones de profundidad muy bien logradas... los  diferentes efectos usados en el juego nos demostraron cuán lejos estaban ya los 16 bits de todo lo que habíamos visto anteriormente, y lo que podía dan de sí aquella generación. 


De nuevo, la consola nos daba un título que pocas veces se ha visto superado dentro de su serie y género






Podéis ver aquellos videos promocionales enteros en You Tube:















Como decía, con Castlevania IV, por ejemplo, Nintendo y Konami demostraron cómo se hacían las cosas... ¿Qué nos depararían las siguientes consolas, si las 16 bits eran capaces de esto?


 Paradójicamente, ahora, cuando la tecnología ha llegado a niveles impensables hace tan solo 10 años, hay algo que falla en el mundo de las consolas... Y no, ahora no es la nostalgia la que habla por mí...
Personalmente, tengo la sensación de que actualmente  la industria nos ofrece software muy mediocre para lo que cabría esperar en estos días. Tengo la sensación de que podrían hacer mucho más, y que en cambio nos ofrecen mierda sin alma; creo que no se termina de poner la carne en el asador, y de hacer algo que merezca la pena. Si bien durante el reinado de PSX y PS2 pienso que los videojuegos han sido también algo memorable, ahora veo muchos medios pero poco esfuerzo creativo de verdad... 


Y como ejemplo, nada mejor que la actual entrega Castlevania, Lords Of Shadows... porque en mi opinión, este aclamado título ofrece gráficos muy detallados pero sin carisma; música superproducida pero sin ningún respeto al oscurantismo íntimo, de sabor a película de la Hammer, que han tenido todos los Castlevania clásicos; una rejugabilidad bastante floja, y al fín y al cabo, una experiencia de juego en mi opinión un tanto descafeinada.


Oscar Araujo (el compositor de la banda sonora) hace en mi opinión un pésimo trabajo porque su música bien podría servir para la serie Águila Roja o para El Señor de los Anillos, pero no para un Castlevania (os puedo decir que, cuando lo he jugado, he terminado desactivando las músicas para poner las del Super Castlevania IV, con eso lo digo todo... gracias a Mercury Steam por habilitar esta opción).


Es un buen juego sin duda, pero que supone para mí un insulto a la saga, y que sin duda hace recordar con aún más cariño a títulos como este Super Castlevania IV, que llevaron a la serie a la cima. 



Hecho el inciso, volvamos al pasado, y al momento en que, con las 16 bits en escena y al alcance de muchos bolsillos, el poder jugar en casa a juegos de calidad cercana a las  recreativas, estaba por fín algo más cerca que con las 8 bits, tan geniales sin duda, pero que aún habían quedado muy lejos de hacernos cumplir el viejo sueño de toda la generación de aficionados de la época: poder tener una máquina arcade en casa....

Y es que, si bien las conversiones de recreativas para 8 bits solían ser bastante chapuceras, ya en Mega Drive, los maestros del arcade que eran los chicos de Sega, nos ofrecían versiones muy parecidas y a veces mejoradas de los juegos que triunfaban en los salones recreativos: Golden Axe, Out Run... 


Y Super Nes prometía llevar todo esto un paso más allá, con sus nuevas capacidades técnicas.

Pero si hablamos de arcades, había uno al que todos queríamos jugar en casa. Era , por supuesto, un juego que sobresalía sobre los demás en los salones recreativos; un juego que todos soñábamos tener por encima del resto, que se haría famoso por los siglos de los siglos y cuya jugabilidad ha sido pocas veces alcanzada, incluso a día de hoy.




 Hablamos, cómo no, de Street Fighter II...











Como digo, nuestros sueños más húmedos pasaban por poder manejar a Ruy, Ken y compañía desde la comodidad del hogar; pero hasta entonces, ninguna plataforma casera nos había dado nada aproximado (sin contar la Neo Geo). Tanto Sega como Nintendo estaban locas por ser las primeras en explotar esa gallina de los huevos de oro; y quien lo consiguiera, se llevaría probablemente el mercado de calle.


¿Cuál sería, por tanto, la primera consola en llevar a nuestros televisores semejante obra maestra? 


Los rumores hablaban de que sólo el Mega Cd podría mover un juego semejante, de que la Mega Drive por sí sola no sería suficiente dada la tremenda capacidad que exigía el juego...


Pero no fue el Mega CD quien nos presentó por primera y ansiada vez los sprites de nuestros luchadores preferidos en las pantallas domésticas... la primera en llevarse al gato al agua (lo cual decidió, como decimos que era de suponer, el rumbo de la batalla entre las 16 bits), fue la Super Nes.



(Sobre lo de si la MD era incapaz de mover el juego, el tiempo demostró que este solo fue una de tantos errores de algunas publicaciones; ya que, como sabemos, posteriormente apareció la correspondiente versión del juego para la 16 bits de Sega, bastante bien "movida", por cierto, y sin necesidad de Mega CD). 




Ganador del premio Belén Esteban de Periodismo





Por fín estaba hecho: ahora podríamos emular en casa nuestras hazañas de los arcades, pero sin soportar colas, macarras, hijo putas que te echaban a dobles sin permiso, y lo más importante... sin tener que gastar 5 duros cada vez que te mataban.

La conversión, además, estaba muy conseguida, casi exactamente igual que la máquina recreativa... y algunos dicen que incluso mejorada. El cartucho tuvo que emplear 16 megas para conseguirlo (posteriormente veríamos juegos con incluso más megas, lo cuál no siempre sería sinónimo de calidad, aunque sí una buena maniobra publicitaria), pero con esto quedaba ya firmemente demostrado que las consolas eran capaces de igualar con bastante fidelidad a los mejores arcades. Ya no era algo puntual que ocurría de vez en cuando, con juegos más antiguos como el anteriormente citado Golden Axe... Street Fighter II para Super Nes demostraba que los arcades más punteros podían ser llevados a nuestras casas con una fidelidad más que digna, si se quería.

Esto sentenció el futuro de los salones arcades, que ya no eran, como podemos ver en conjunto, el único lugar donde poder jugar a los juegos más avanzados técnicamente. Ahora también podíamos hacerlo en casa sin dejarnos más de 100.000 pelas en una Neo Geo y 25.000 en cada juego... La diferencia tecnológica entre el mercado casero accesible al gran público y los arcades ya no era tan grande (diferencia que se vería ya del todo finiquitada con la llegada de las 32 y 64 bits, las cuales, junto a Internet, el juego on-line y los cibercafés, remataron este tipo de negocio y lo relegaron poco a poco a algo simbólico; a ser pura carne de nostalgia).

Por supuesto, Super Nes también tuvo malos juegos, como es lógico dentro de un catálogo tan extenso, y no estuvo exenta de Hypes y decepciones (Final Fight); pero  no se puede negar, aún 20 años después, que pocas veces veríamos otra consola igual de legendaria. 


Ha sido de las pocas, si hacemos retrospectiva, que murió de vieja, sin que nadie la matase antes de tiempo...  aunque quizá sí que lo hicimos nosotros un poquito, la generación de, pongamos, entre el 77 y el 83, que al llegar a los 13 o 14 años fuimos dejando de lado estos maravillosos aparatos, porque nos empezaban a importar más los acertijos para entender a las mujeres que para pasarse el Zelda... 


Pero que aquellos niños o adolescentes creciéramos no quiere decir que la hayamos olvidado... nuestros quehaceres, el trabajo (o encontrarlo, en los tiempos que corren), familia, novia, hijos... no impiden que algunos de nosotros, a veces, volvamos a enchufar los mandos para jugar al Street Fighter II... o al Sonic... o al Zelda... o a, cualquiera de los grandes juegos, no solo de Super Nes, que nos hicieron disfrutar de aquellos años de una manera tan mágica.


Que conste que yo me decanté por la Mega Drive, porque las dos consolas eran para mí indispensables, geniales... pero la pasta solo daba para una, y de aquellas (en navidades del 92, cuando pude permitirme una 16 bits tras mucho ahorrar), el catálogo de MD era mucho más grande, y aún no sabíamos cómo se las gastaría la recién salida del horno Super NES, a pesar de su primera y brillantísima remesa de títulos que después se convertirían, como ya he señalado, en algunos de los mejores de la Historia. 


Pero también os digo que cada vez que podía, intentaba cambiarla por la super NES con algún colega; y de ahí (y de mis viciadas en sus casas) salió mi admiración por esta consola.


Con todo esto, solo queda para terminar, felicitar por tanto a la Super Nes por cumplir 20 añazos con nosotros; pero también a la Mega Drive, a la Master, a la NES, a los viejos ordenadores de cassette... felicidades a todas estas máquinas por darnos aquellos buenos ratos, por hacernos sentir partícipes del comienzo (o casi comienzo) de un negocio que hoy en día mueve más pasta que el cine y que posiblemente le ha superado en cuanto a poder de entretenimiento, y tan capaz como aquél de contar buenas historias (¿alguien dijo Metal Gear y Silent Hill?), por habernos regalado recuerdos que durarán siempre, y por devolvernos a través de sus píxeles a un pasado que, como siempre digo, quizá no fuera tan bueno como recordamos... pero es nuestro pasado. Nuestra historia.


Y a todos los que hemos vivido aquella época, deberíamos también felicitarnos a nosotros mismos, por haber estado allí.



Un saludo, y espero no haber hecho el artículo demasiado largo, o el final demasiado cursi y dramático... pero la Super Nes lo merece, ¿verdad? ;)







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